El retorno del Anti-Karaoke a Madrid - y precisamente a su casa, la Sala El Sol - fue una velada llena de reencuentros, risas, locura, sorpresas, y sobre todo, amor.
Un poquito de preámbulo:
Cuando Rachel se puso en contacto con la Sala El Sol el verano pasado para proponer el retorno del Anti, fue con un sentimiento de pavor. No sabía qué esperar, ya que diez años habían pasado y la sala había cambiado de dirección.
La respuesta del nuevo programador, Raúl, fue entusiasta. Aunque él nunca había asistido al Anti, algunos de sus colegas, sí — y le habían transmitido que era un evento mágico y único para no perderse. Así que la leyenda del Anti-Madrid ya precedió ese primer contacto. Y desde entonces, Rachel pudo contar con el apoyo de la sala. Se lo menciona aquí porque ese apoyo fue esencial al éxito de la velada. Como muchos artistas ya saben, el apoyo moral, la buena actitud, y la buena organización de una sala pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Y la Sala El Sol ha demostrado una actitud y un nivel de funcionamiento que debería servir de modelo para otros clubes.
Hay que agradecer también a Dani, el director de la Sala El Sol, y José, el director técnico de sonido, que se esforzaron para que el primer Anti en 10 años saliera lo mejor posible... y que además era un excelente locutor. Y a Frank, quien se aseguró de que todo en la sala estuviera en orden la noche del show, y Roberto, quien por primera vez trabajó la lista de canciones. Y a Esther, también conocida como Mamy Blue, por ayudar con la producción de tantas maneras, desde semanas antes hasta el final.
Fue muy bonito ver a otra gente que trabajaba en la sala en los tiempos anteriores y que seguían allí. Hubo un sentido de buen rollo entre todos los partidos: ellos, Rachel y los asiduos del Anti-Madrid. En fin, les hizo mucha ilusión volver a verse en el Manicomio en el Sol-tano, como una reunión familiar de las Feas Artes en la que todos aportaron su grano de arena para construir una velada bonita después de 10 años de ausencia. Entre tantas caras conocidos y tanta emoción, numerosos de los asistentes comentaron lo mismo, post-show: que la sensación era como si la última vez fuera ayer, como si no hubieran pasado esos 10 años.
Pero también había nuevas caras en la sala; entre ellos, veinteañeros que jamás había experimentado el Anti-Karaoke. Hablamos de gente que apenas no conoce la vida sin smartphones o las redes sociales, y toda la presión social que acompaña esos aparatos. Y a juzgar por sus comentarios sobre el show, estaban maravillados e inspirados. Porque entre todas las muchas cosas que es el Anti, una de ellas es carecer de fitros. El Anti es anti-competencia, anti-crítico, anti-pretensiones, anti-belleza superficial, y anti-normativa de muchos sentidos. Es un show que acepta y celebra a tod@s tal y como son -- que cantan bien o no, que sean rockeros o poperos, jóvenes o viej@s, straight o queer, neurotípicos o neurodivergentes, etc. -- y ese espíritu estuvo en plena exhibición esa noche.
EL SHOW
Con la sala más que caliente desde el arranque de la pista MIDI chunga de “Anarchy in the U.K.”, la anfitriona del Anti, Rachel, inició el show con “Where Is My Mind” de The Pixies: dando la bienvenida, reconociendo a algunos asiduos, tirando confeti y animando a toda la sala a corear el refrán, “Whoo-hoo….!”
Al finalizar, dedicó unas palabras al retorno del Anti, al público fiel del show — también conocido como “los Madrithf*ckers” — y felicitó a la Sala El Sol en la ocasión de su 45 aniversario. Siendo sede de la cultura musical española en Madrid y de la Movida madrileña durante los años 80, realmente es un logro haber no sólo sobrevivido, pero mantenido su esencia de calidad y puro rock-n-roll en directo - a pesar de los cambios en el mundo alrededor - durante todos esos años. ¡Enhorabuena!
El siempre entrañable Mr. Tuckleberry volvió al Anti-scenario con una divertida versión de la clásica rockera, “The Boys Are Back in Town” de Thin Lizzy.
La Empleada del mes lo siguió, e impresionó al público con su interpretación acertada (¡cómo clavó a Courtney Love!) de “Celebrity Skin” de Hole, una nueva adición al repertorio.
Barrero Girl, que había cogido un vuelo desde Escocia para poder asistir el Anti-retorno (!), y luciendo glamurosa en un vestido de lentejuelas rosas, continuó la racha de alta calidad de performance con una interpretación apasionada de otra “nueva” adición al repertorio: “It’s My Life” de Bon Jovi.
Su hermano, Barrero Man, la siguió. También vestido para la ocasión con una camisa rosa brillante digna de Studio 54, no decepcionó con su versión pasada de vueltas de “Gay Bar” de Electric Six.
Steve Espósito, uno de los habituales del Anti desde la primera etapa del show y un personaje que siempre se deja la piel en el escenario, cambió el tono del show radicalmente con su interpretación desgarradora “Strength Beyond Strength” de Pantera. A diferencia de sus actuaciones del pasado, su hija, que en aquel entonces ni siquiera existía, miraba desde el público!
Reina Fartera lució su voz y presencia escénica impresionante cuando estrenó una nueva adición pop al repertorio, “Left Outside Alone” de Anastasia.
El de las Fotos, el excelente primer fotógrafo del Anti-Karaoke Madrid, volvió al anti-escenario, esta vez como performer, y deleitó al público cantando el clásico de los Foo Fighters, “The Pretender”.
Disfrutón fue el primer performer para cantar una de las canciones españolas del repertorio antikaraokeano, la épica “Entre dos tierras” de Héroes del Silencio.
En un homenaje a la reina de la Movida madrileña y un guiño al 45 aniversario del la Sala El Sol, que fue instrumental en la Movida, Rachel subió al escenario caracterizada como Alaska y cantó su hit número uno, “A quien le importa”. La actuación terminó con una nota de celebración cuando invitó a todos al escenario a cantar y bailar con ella.
Uno de los veteranos más apoyadores, apasionados y rockeros del Anti, el muy querido Eddie Ramone, lo dio todo cantando “I’m Eighteen” de Alice Cooper.
Otra Anti-veterana - y propietaria de una de las voces más “soul” de la historia del show, Bombazo Platino, puso la piel de gallina al público con su interpretación del clásico de los sesenta del soul sureño estadounidense, “Son of a Preacher Man” de Dusty Springfield.
Fue todo un placer ver de vuelta el Anti-estrella llamado “UnCerdo”, que rockeó “Rocks”, el hit de los 90 de Primal Scream.
L.A. Woman continuó la racha rockera, cantando “Thunderstruck” de AC/DC, subiendo la energía de la sala aún más.
Luciendo boas, una negra peluca afro, y acompañado con dos bailarinas/backup singers, Chema Prince cantó "Kiss" de Prince mientras se divertía con la mascota del Anti-Karaoke: la muñeca hinchable. Viendo eso, Rachel le comentó que debería hacerse una prueba de enfermedades venéreas después de esa noche. Un performance memorable.
El público se volvió loco cuando Lady Madrid subió al escenario y cantó un “Basket Case” de Green Day lleno de actitud de puro rock-n-roll.
El Anti simplemente no es el Anti sin por lo menos algún momento freaky/cringe — qué queremos, que todo salga perfecto y aburridísimo? — y Alberto y Cristina nos lo entregó con su actuación del dificilísimo tema para seguir por lo monótono que es musicalmente, “Down By the Water”. Lo que sucedió fue un ejemplo de lo que hace que el Anti sea único: a pesar de perderse un poco en el tema, ellos valientemente perseveraron hasta el final, mientras el público les ayudó con los coros. En fin: esa actuación salió mucho más interesante que una que hubiera sido perfecto. ¡Bravo!
A mitad del espectáculo, llegó el momento emblemático del Anti-Karaoke: la lluvia de Jack Daniels mientras Rachel cantaba “New York, New York” de Frank Sinatra, el público cantó con ella, y el número terminó con el grito familiar de “¡Pasad la botella!”
Entre su disfraz de Freddy Mercury y su performance que parecía listo para una gira mundial de Queen, Rogers deleitó al público con un eufórico “Tie Your Mother Down”.
Un veterano del Anti, Ziggy Strellado, también cantó un tema de Queen; en su caso, “Bicycle Race”.
Un favorito del público del Anti-Madrid, El Prepucio de Rembrandt, volvió al anti-scenario para cantar su característico tema, “Ça plane pour moi” por la banda new wave de los ochenta, Plastic Bertrand.
La única y extraordinaria RRR también volvió a El Sol para regalarnos una de sus actuaciones legendarias y cableadas: a través de la canción “You Could Be Mine” de Guns ’n Roses.
El gran Parker Lewis - un hombre nada lánguido, un hombre que siempre da 200% — hizo que la sala se vino abajo con su interpretación contundente de “Jump Around” de House of Pain.
Los Fabulosos Cadillacs mantuvieron la energía eléctrica cuando cantaron en dueto el clásico de Judas Priest, “Breaking the Law”.
Pichu dio un subidón a toda la sala con su performance pasada de vueltas de “Song 2” de Blur.
Cocker Spaniel, cuya otra identidad es de programador de la sala El Sol, nos sorprendió cuando subió al escenario y cantó un apasionado “Common People” de Pulp. Seguido, anunció que el Anti volvería a la sala El Sol muy pronto — noticias eufóricamente recibidas por el público. Ya sabemos que esa noche será nada menos que un sábado, el 2 de noviembre de 2024, para celebrar una sesión especial de Halloween. (Si no quieres perderte esa velada que promete ser increíble, recomendamos que obtengas una entrada anticipada en DICE.)
Mangorina, el duo compuesto de Barrero Girl y Empleada del Mes, rindieron un buen homenaje a Madonna con una versión glamourosa y llena de actitud de “Like a Prayer”.
Hablando de glamour y actitud, la gran amiga del Anti y miembro de Las Cabareteras Rockeras, Mamy Blue, dio un fantástico performance de “One Way or Another” de Blondie.
Quiero Follarme a una Indie, un personaje legendario entre el elenco del Anti-Karaoke Madrid, demostró que su espíritu rebelde no ha disminuido con una tremenda interpretación de “Bohemian Rhapsody” de Queen... que, por supuesto, acabó con el quitándose la camisa y todos en el escenario.
Ya llegaron los momentos finales de la velada. ¡Cómo había volado el tiempo! Rachel invitó a todos al escenario para ayudarle a despedirse — pero sólo hasta el 2 de noviembre, ojo — cantando “Kids in America” y “Killing in the Name”. Para celebrar el 45 aniversario de la Sala El Sol, se sirvió tarta y cava.
Fue un final apoteósico a una noche mítica, alegre y emocionante. Muchas gracias a todos los antikaraokeanos que vinieron esa noche, y también a los que no pudieron venir, pero que mandaron sus buenos deseos. ¡Ojalá puedan volver todos un día! Fue una alegría total e inolvidable, y hubiera sido imposible sin todos vosotros.
Y el sábado, 2 de noviembre en la Sala El Sol: ¡más!